Pandémica: aire, fuego, tierra y agua

Propuesta para La Mujer ESB-MACC 2022

Durante la cuarentena impuesta por la pandemia, grabé horas de mi práctica de improvisación de movimiento en la terraza y la cancha al lado de lo que fue mi casa por 18 años. Mi casa en Cupey, el campo en la ciudad, fue un oasis tanto físico como espiritual, donde crié a mis dos hijxs y viví en proximidad constante con la naturaleza. Fue una bendición vivir tanto tiempo en un lugar tan especial. Un verdadero lujo poder estar allí hasta agosto lidiando con las pérdidas extremas a consecuencia del estado mundial y las sombras que surguieron por ellas. Los elementos (aire, fuego, tierra y agua) estaban ahí anclándome, enseñandome, acompañandome.

Llevo muchos años experimentando en mi práctica conceptos específicos que me interesan con el fin de afinar destrezas de improvisación, profundizar en proyectos existentes y/o desarrollar proyectos nuevos. En este caso, mis “experimentos” estaban influenciados por el trabajo de Deborah Hay, maestra y coreógrafa que ha sido una gran inspiración en mis estudios y trabajo creativo y con quien participé en una residencia el pasado enero 2020. Quedé profundamente enamorada de su acercamiento filosófico y práctico donde la danza es una manipulación minuciosa del tiempo y el espacio. Como movedorxs tenemos la posibilidad de “ver” el espacio y “percibir” el tiempo a través del cuerpo para así manifestar/encarnar esa manipulación. ¿Qué tal si todas las células de nuestro cuerpo estuvieran al servicio de como vemos? es una de sus preguntas y experimentos más recientes y con el cual trabajamos arduamente durante la residencia. A partir de la misma, los experimentos de mi práctica estan permeados de estas ideas. El acto de estar presente, tan esencial en mi trabajo, se convierte en una cantera enorme e inacabable de posibilidades de movimiento. Es aquí donde recide mi práctica y donde comienza PANDÉMICA. 

​

"Si algo estoy aprendiendo durante estos momentos históricos de nuestra condición humana es que la pérdida es hermana de la abundancia y la sombra de la luz. Una no existe sin la otra y el gozo siempre está en ese baile. 

Danzemos..." - Karen Langevin

​

Llegan a mi los poemarios Alumbre y El Templo de Samye de Irizelma Robles. Sus hermosas palabras calaron hondo, tanto así, que sentí la necesidad de mover(las). En el proceso de revisar mis improvisaciones ya grabadas me dí cuenta que el material estaba en sincronía con el trabajo de Irizelma mucho antes de haber leído sus poemarios. En Alumbre, Irizelma cita a Heráclito; “Vive el fuego la muerte de la tierra, y el aire vive la muerte del fuego; el agua vive la muerte del aire, la tierra la del agua” apuntando a la urdimbre y trama de la vida y sus ciclos; que nada existe en aislamiento y todo esta entrelazado. En el Templo de Samye, Francisco José Ramos escribe en el prólogo: “Todo esta ahí: el loto inseparable del fango, la perla inseparable del molusco. El universo entero en todas las direcciones, justo este momento, cuyo centro está en todas partes y su circunferencia en ninguna.” Las palabras de Robles, al igual que las de Heráclito y Ramos, articulan lo que mi cuerpo/mente busca experimentar en movimiento al trabajar con las ideas de Hay y afirman lo que recientemente se evidencia en lo que estamos presenciando como especie. A raíz de estas congruencias e inspiraciones surge PANDÉMICA. En conjunto con un escogido musical de mucha serendipia, con rythm and blues, ska y sonidos ambientales, que asombrosamente armonizan con el movimiento grabado en silencio, desarrollé este homenaje a los elementos, a la pérdida y a las sombras. Porque si algo estoy aprendiendo durante estos momentos históricos de nuestra condición humana es que la pérdida es hermana de la abundancia y la sombra de la luz. Una no existe sin la otra y el gozo siempre está en ese baile. Danzemos.

​

Sobre Karen Langevin:

​

Nacida, criada, y de vuelta después de muchas vueltas a su tierra natal de Puerto Rico, Karen Langevin lleva estudiando, explorando e investigando el mundo del cuerpo y el movimiento por más de 25 años, de los cuales los últimos 15, han estado enfocados en la improvisación. Es instructora certificada de la Técnica Alexander graduada de ACAT en el 1994 de la ciudad de Nueva York. Forma parte del Conservatorio de Música de Puerto Rico como maestra de la Técnica Alexander, enseña yoga e improvisación a diferentes poblaciones, al igual que, tiene una práctica privada en San Juan. Entre las clases y servicios que ofrece se encuentran: Técnica de Aleander, Yoga, Improvisación y Consultoría de Movimiento.